La actividad sísmica y la vulnerabilidad de la población
La actividad sísmica y la vulnerabilidad
de la población
La
pobreza, el crecimiento de las ciudades, las aglomeraciones urbanas, el cambio
climático y la degradación del ambiente han afectado el equilibrio natural del
planeta y aumentado la vulnerabilidad de la población frente a los desastres
naturales, incluidos los terremotos y los tsunamis. Muchos países carecen de adecuados sistemas de
alerta y planes de seguridad pública.
Terremotos de Costa Rica
Costa
rica forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico; se ubica en una zona
sísmica activa influenciada por los bordes de las placas del Coco, Caribe y
Nazca, la fosa mesoamericana, donde las placas se mueven cerca de 8 cm por año,
y las fallas locales. Esta realidad explica por qué en el país ocurren sismos
prácticamente todos los días, tanto por el proceso de subducción (sismos
interplacas) y por fallamiento local (sismos intraplacas). Por la baja
magnitud, la mayoría de los sismos no son sentidos por la población.
Terremoto de Nicoya
Desde
1950, la denominada brecha sísmica (península de Nicoya) venía acumulando
energía, lo que hacia pensar que se generaría un terremoto de gran magnitud;
tal como sucedió el 5 de setiembre de 2012, a las 8:42 am, cuando el país
sintió los efectos de un terremoto de 7.6° (15.4 km de profundidad) por la
subdicción de la placa de Coco bajo la del Caribe.
Pase
a la magnitud, el sismo no produjo victimas mortales, aunque si causo la
suspensión de los servicios de agua y energía eléctrica y daños en las
estructuras de zonas cercanas al epicentro; afectaciones en la red vial
nacional, incluidos algunos puentes, y en diferentes comunidades del Gran Área
Metropolitana, sobre todo en aquellas ubicadas en terrenos quebrados y laderas;
además, el hospital Monseñor Sanabria sufrió daños severos.
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